Las puertas y ventanas en blanco son una excelente opción tanto en nuevo, como para renovar lo que ya teníamos, ya que combinan muy bien con otros colores.
Actualizado el 19 de marzo de 2024 - Escrito por Silvia
Hablado de la carpintería para nuestro hogar, lo mejor es elegir el mismo color para toda la casa. Es decir, puertas, zócalos y ventanas del mismo color. Los armarios podemos hacerlos diferentes, tampoco tenemos por qué caer en la uniformidad, pero eso al gusto de cada uno, es otra opción.
Y las puertas, que sean hacia el exterior en el mismo acabado. Si por dentro la queremos tapizar, empapelar, o pintarlas de un color por fuera y queremos otro para el interior, tampoco hay ningún problema.
Es una opción que va muy bien, tanto para clásico, como para moderno. También depende del acabado y del presupuesto. Desde un lacado de «alto standing» que no se va en la vida ni amarillea, a uno intermedio que va cogiendo un tono amarillento, a puertas pintadas a pistola, a «hágalo usted mismo» con un rodillo de esponja y un bote de esmalte satinado acrílico (así lavamos todo con agua, y es más fácil). Todo se puede adaptar a nuestro presupuesto.
Todo va en el tipo de moldura elegida y en el tipo de puerta. Cuanto más lisa, y manillas en inox, más apta para ambientes «actuales», cuanto más trabajada y recargada, con molduras de capilla y manilla dorada, más «clásica».
Es una solución muy práctica para renovar nuestras puertas, sin tener que cambiarlas. Una mano de lacado, o de pintura y ya parecen otras. Claro que una cosa es que pasen por pintor y otra que lo hagamos nosotros, pero de una u otra manera, van a quedar estupendas. Mucho mejor que en su vida anterior.
Cuando renovamos todas las puertas en una zona común, no podemos olvidarnos de los zócalos y de las ventanas. Debemos darle unidad al conjunto.
En el caso de que se trate de una casa muy vieja, dónde los zócalos son de obra y están pintados del mismo color de la pared, no tiene importancia el dejarlos del mismo color que esta. Pero si son de madera, sí debemos pintarlos de blanco, lo mismo que los marcos de las ventanas.