Hay distintos tipos de blanco para las paredes, espacialmente hay una marcada diferencia en pintar de blanco o blanco hueso lo cual tiene sus grandes ventajas.
Actualizado el 19 de marzo de 2024 - Escrito por Silvia
En el mundo del diseño y la decoración, la tendencia del blanco hueso ha ganado popularidad como una elección elegante y una alternativa segura al blanco puro. Este color blanco suave y cremoso ofrece una alternativa encantadora al blanco convencional. Su naturaleza cálida y sutilmente pigmentada agrega un toque de sofisticación a cualquier espacio, creando una atmósfera acogedora y la vez luminosa.
¿Por qué usar blanco hueso y no pintura blanca de toda la vida? Pues porque como en todo, hay una amplia gama de blancos que son mucho más agradecidos a la vista y mucho más agradables que el blanco puro y duro, y ya sabemos que la diversidad es lo que nos gusta. Dentro de ellos también se encuentran tonalidades conocidas con los nombres de tiza, perla, o blanco roto.
Como dijimos antes, el blanco puro resulta muy frío y de un contraste excesivo con la mayor parte de colores, así que si cogemos una carta de blancos veremos que para suavizar este contraste tan grande podemos optar por una gran variedad.
Si el ambiente es demasiado luminoso, pero el blanco es el color elegido para las paredes, el color de pintura blanco hueso es la única elección. De esta manera se disminuye la intensidad de la luz que choca contra las paredes y con ello el deslumbramiento. Decorar la casa con alfombras en tonos más oscuros puede ayudar un poco más.
Además un blanco puro será más susceptible a las manchas, lo que no pasaría con un color un poco más «sucio» u oscuro. Una tercera excusa para inclinarse por este tono.
Estas características hacen que el blanco hueso sea una opción atractiva para aquellos que buscan un color elegante y luminoso para sus hogares:
Sereno y Tranquilo: Este coloración de pintura aporta una sensación de serenidad y tranquilidad, creando un ambiente relajado y armonioso. Su pigmentación sutil hace que un espacio blanco luzca menos clínico que el blanco puro.
Neutral, cálido y luminoso: El color blanco hueso presenta una neutralidad que, al mismo tiempo, agrega un toque cálido y acogedor a los espacios. Además porta luminosidad, reflejando la luz de manera efectiva y creando una sensación de amplitud.
Versátil para combinar: Su tonalidad suave permite una fácil combinación con una variedad de colores, lo que lo convierte en una elección segura y adaptable para el diseño interior y la moda.
Adaptable: Se adapta fácilmente a una variedad de estilos, desde ambientes modernos y minimalistas hasta entornos más tradicionales o rústicos. Además el blanco hueso es atemporal, proporcionando un aspecto clásico y elegante que perdura en el tiempo.
De fácil Mantenimiento: Su tonalidad clara facilita el mantenimiento y la limpieza, siendo un color que resiste mejor las manchas. Esto lo que lo convierte en una elección práctica para textiles y superficies de fácil suciedad.
Pero un truco muy utilizado tanto por decoradores como por buenos pintores, y que nos sirve para abaratar costes (ya sabemos que la pintura blanca es mucho más económica que la de color) es añadir un poco de la pintura del color que estamos utilizando a la pintura blanca.
Eso si, vayan poco a poco, hasta lograr la intensidad deseada. Siempre es más fácil intensificar el color en una segunda mano que lo contrario. Y SIEMPRE que pinten (ustedes o un pintor) con una mezcla de color, guarden un bote para posibles retoques.
Ya sea en muebles, textiles o paredes, el color de pintura blanco hueso se ha convertido en la elección preferida para aquellos que buscan una paleta de colores versátil y fácilmente combinable. Su neutralidad permite una integración perfecta con otros tonos y estilos, ofreciendo una base ideal en todo tipo de interiores. Así descubrirás cómo el encanto y la serenidad del blanco hueso pueden transformar tu entorno, brindando una sensación de frescura y calidez que perdura en el tiempo.