Cómo utilizar los colores fuertes para pintar y decorar interiores

Muchas veces nos encontramos con personas que les gustan mucho los colores fuertes… pero no se atreven. Lo ven demasiado osado para su casa, no se imaginan vivir con un color así, temen meter la pata y después arrepentirse y tener que volver a pintar todo.

Pues están de suerte. Una de las últimas tendencias en decoración es pintar por partes. Es decir, pintar sólo un paño de un color fuerte y el resto de un color más suave o incluso combinar en dos habitaciones dos colores que se vean contrastados, pero teniendo siempre una base de color mucho más suave. De esta manera, ya tenemos un color vivo en casa, sin tener que pintar absolutamente todo y que a cierto público le pueda parecer demasiado «cargante» o «excesivo».

Lo que debemos hacer, cuando nos decidimos por esta opción, es jugar con los complementos. Si pintamos una pared en un color azul intenso, por ejemplo, pues jugar a poner la alfombra en tonos azules, o los cojines del sofá o la tapicería de las sillas. Esto suavizará el efecto, ya que sino nos preguntaremos: ¿y que hace este muro azul aquí?

También se lleva mucho pintar en un color más intenso el muro donde va el cabecero de la cama. En este caso, jugaremos a poner los cojines y un plaid a tono con el color de la pared. No la colcha, ya que resultaría demasiado uniforme, tal vez un poco mas suave.

En las cocinas, este juego de colores se lleva mucho para el interior de las vitrinas, o de las estanterías. Se llevan en colores muy vivos. Y para alegrar baños muy antiguos, hay pinturas especiales, y podemos jugar a pintar varios azulejos en un color más vivo y después seguir jugando con los complementos.

Anímate con los colores… una vez que empieces, seguro que la vista te pide más. Te alegrarán la vida y el entorno.

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