
Decoración del dormitorio matrimonial, un lugar para compartir
Escrito por Silvia
Actualizado el 12 de mayo de 2023
En el mercado hay todo tipo de cabeceros para camas, desde los clásicos de madera y forja, a las opciones más modernas y novedosas, todo es cuestión de gustos, presupuesto y originalidad.
Podemos decir que hay tantos tipos de cabeceros como gustos… clásicos, modernos, vanguardistas. Y en todo tipo de materiales, desde la clásica madera, pasando por los tapizados, el cuero, los chapados, pintados sobre la pared, en forja, sustituir el cabecero por un gran cuadro, o una composición de cuadros o vinilos… las posibilidades son infinitas. Hasta dónde nuestra imaginación nos lleve.
Una de las opciones más solicitadas ahora mismo, es que la pared del cabecero sea en distinto color o incluso empapelada. El resto de la habitación, en otro color, si es con papel, en uno de los colores. Si le queremos dar vida: en el color de los dibujos, no del fondo.
Quedan fenomenal unos simples vinilos pegados a la pared (si no se atreven ellos mismos a hacer el dibujo de fondo). Es una opción muy personal, original y divertida. A parte de económica.
En los cabeceros tapizados, huiremos de los estampados demasiado marcados, ya que aburren. Es mucho mejor jugar con colores lisos para el cabecero y dejar la fantasía para los cojines y la colcha. En este tipo de cabeceros, van muy bien las chenillas y el cuero. Se llevan muy altos, sobre 1.50 mt. desde el suelo, incluso más. Quedan muy elegantes.
En los cabeceros de forja, hay auténticas obras de arte. Nada que ver con los clásicos. Es un sector que se ha renovado mucho. Pero hay que tener mucho cuidado a la hora de comprarlo, y que no nos vendan cualquier cosa.
La madera es el material clásico y la variedad es inmensa. Además mejor de la madera es el aspecto cálido y agradable en cualquier ambiente. De aquí en mas se puede optar por diversos diseños, incluso los proyecto caseros y las maderas recicladas.
Lo que ya no está de moda, es el típico dormitorio todo a juego y de catálogo. Demuestra falta de originalidad. Aún así, si no nos queremos romper mucho la cabeza, muchos de estos catálogos, ofrecen múltiples combinaciones, para que el resultado no sea uniforme y monótono.
Otra cosa con la que podemos jugar, es con las mesillas de noche, que no tienen por qué ser iguales, pero si del mismo acabado. Es decir, que sean asimétricas, pero guardando una unidad en cuanto a color (que puede diferir del propio cabecero). Podemos tener un cabecero de forja, y las mesillas de madera. O un cabecero de cuero y las mesillas lacadas.