Una alternativa diferente para decorar las paredes del hogar es pintar una pared con un color diferente, veamos cómo combinar los colores y algunos concejos más para obtener buenos resultados.
Actualizado el 25 de marzo de 2024 - Escrito por Lorena
Una de las formas de hacer que una habitación se vea realmente original, es usando el recurso de poder pintar una pared de un color distinto al resto. Por lo general este recurso es más utilizado en salas y dormitorios. En las primeras suele ser la pared más grande la que recibe toques de pintura, mientras que en los dormitorios la pared que se pinta de otro color generalmente es la de cabecera.
Una de las formas más usadas es usando una base cromática. Eso es utilizar colores de una misma paleta, como por ejemplo: toda una habitación pintada en amarillo claro con una pared pintada de naranja. Siguiendo con la misma idea podría utilizarse la combinaciones: rosa y rojo, verde claro y verde fuerte, beige y marrón, lavanda y violeta, etcétera.
Otra alternativa para combinar es pintar todas las paredes en blanco y otra con un color fuerte y llamativo, puede ser una opción interesante. Esta clase de combinaciones son ideales para poner como cabecera, en habitaciones con espíritu joven o que se quiera decorar de manera descontracturada. Siempre es bienvenido un color neutro par pintar las paredes y combinar con una pared en colores intensos.
Si se quiere otorgar un estilo diferente al hogar, sin tener que pintar mucha superficie, se puede escoger la opción de pintar de otro color una pequeña pared, como la de una entrada, o la de los pasillos internos que llevan a los dormitorios. Los azulejos de la cocina, o una pared del baño. De esta manera se corta con la monotonía sin tener que repintar todos los espacios, lo que se transforma en una alternativa económica y rápida de renovar la casa con pintura, siempre y cuando el resto se encuentre en buen estado.
Puede también combinarse la pintura con el papel pintado, de esta manera, se puede observar una habitación empapelada con una pared pintada, complementando con algún color que diga presente en la trama del empapelado.
Un recurso similar es crear un acento con empapelado solo en una pared, creando un espacio más atractivo y original. El secreto está en saber escoger el color del empelado y combinarlo con el resto de los elementos de la decoración.