
Cómo decorar con alfombras tu hogar, todo lo que debes saber
Las preguntas más frecuentes sobre el tema para que puedas tomar las mejores decisiones antes de empezar con el proyecto de pintar las paredes exteriores y la fachada.
Pintar la fachada no solo renueva la apariencia de una vivienda, sino que también protege las superficies contra el desgaste causado por la intemperie. Sin embargo, para lograr un acabado duradero y de calidad, es importante considerar varios aspectos, como el momento adecuado para pintar, la preparación de la superficie, el tipo de pintura y hasta la elección del color.
Veamos cada punto con mayor detenimiento…
El clima influye de forma directa en el secado y la adherencia de la pintura. La humedad excesiva puede impedir que la pintura se fije correctamente, mientras que el calor extremo puede hacer que se seque demasiado rápido, también afectando su adherencia y acabado. Lo ideal es trabajar en condiciones climáticas estables, con temperaturas moderadas y sin riesgo de lluvias.
La mejor época para pintar suelen ser la primavera y el otoño, ya que las temperaturas son más templadas y la humedad no es tan alta. En zonas con inviernos suaves, también es posible pintar durante esta estación, siempre que no haya lluvias constantes ni temperaturas demasiado bajas.
Para evitar problemas, es recomendable consultar el pronóstico del tiempo y elegir días con temperaturas entre 10°C y 25°C, sin lluvias ni vientos fuertes. También es importante comenzar temprano en la mañana o a última hora de la tarde para evitar la exposición directa al sol, lo que puede afectar el secado de la pintura.
Antes de aplicar una nueva pintura, es fundamental limpiar la superficie para eliminar polvo, suciedad y manchas que puedan afectar la adherencia. El mejor método para eliminar suciedad superficial es el agua a presión. En casos de moho o verdín, se recomienda aplicar soluciones específicas para su eliminación.
Las grietas, fisuras o zonas deterioradas deben repararse antes de pintar. Se pueden utilizar masillas o selladores según el tipo de material de la fachada. Si hay zonas con pintura descascarada, es recomendable lijarlas o quitarla con espátula para evitar que los nuevos recubrimientos se desprendan con facilidad.
Si la fachada tiene graffitis o suciedad difícil de remover, una limpieza profesional es la mejor opción. Empresas especializadas como Urban Restoration Spain ofrecen productos y soluciones efectivas para eliminar estos problemas sin dañar la superficie.
Existen diferentes tipos de pintura para exteriores, cada una con características específicas. Las pinturas acrílicas son las más utilizadas por su resistencia a la intemperie y su fácil aplicación. Las pinturas siloxánicas ofrecen mayor transpirabilidad y son ideales para zonas con humedad, mientras que las pinturas al silicato son una opción ecológica y duradera, recomendadas para fachadas de piedra o ladrillo.
La elección de la pintura dependerá del tipo de pared y las condiciones climáticas. Para zonas con mucha exposición al sol, se recomienda una pintura con protección UV, mientras que en lugares húmedos es preferible optar por una pintura antihongos y antimoho.
Aplicar una imprimación previa es clave para mejorar la adherencia de la pintura y garantizar un acabado uniforme. Esto es muy importante en superficies nuevas, porosas o que han sido reparadas recientemente.
En la mayoría de los casos, se necesitan al menos dos capas o manos de pintura para lograr una cobertura homogénea y duradera. La primera capa actúa como base, mientras que la segunda refuerza el color y mejora la resistencia a los agentes externos.
El tiempo de secado entre manos varía según el tipo de pintura y las condiciones climáticas, pero en general se recomienda esperar entre 4 y 12 horas antes de aplicar la siguiente mano. Seguir las indicaciones del fabricante siempre es lo más recomendable para obtener un buen resultado.
Los colores claros y neutros como el blanco, beige o gris son opciones clásicas que hacer que una vivienda se vea sencilla pero elegante. Además, ayudan a reflejar la luz solar, lo que puede ser beneficioso en climas cálidos para mantener los interiores frescos.
Por otro lado, los colores oscuros y vibrantes pueden darle personalidad y carácter a la fachada, pero es importante considerar que absorben más calor y pueden requerir mantenimiento frecuente, ya que las imperfecciones y la suciedad suelen notarse más.
Antes de tomar una decisión definitiva, es recomendable usar un simulador de color de fachadas para visualizar cómo quedará la fachada pintada de ése color que tienes en mente. También puede ser útil buscar inspiración en fotos de casas con estilos similares y probar muestras en pequeñas áreas de la pared para ver cómo se ven en diferentes momentos del día.