Te mostraremos cómo puedes utilizar la gama de colores blancos en la decoración de interiores y algunos consejos para que puedas hacerlo de manera efectiva.
El blanco es un color que aporta un estilo único y elegante a cualquier espacio, pero no existe un solo blanco. Tenemos a nuestra disposición una gama de colores blancos, perfecta para la decoración y en espacial para la pintura, la cual proporciona un aspecto más amplio, limpio y luminoso a cualquier habitación.
Una de las tantas ventajas del color blanco es su versatilidad. Puedes combinarlo con cualquier otro color para obtener una combinación armónica y moderna. Si buscas un aspecto minimalista y contemporáneo, combina blancos con tonos grises, negros y metálicos. Por otro lado, si prefieres una atmósfera más cálida y acogedora, usa blancos con tonos suaves como el color beige, el rosa y el azul claro.
El blanco puro, o blanco a secas, es el color con el que normalmente vienen las pinturas. Y es especial para crear un clima de pureza, además de favorecer a la iluminación. En contrapartida tiene algunas desventajas: se ensucia fácilmente y puede causar deslumbramiento en ambientes demasiado iluminados por la luz natural.
Por lo general se conoce como «blanco roto» a cualquier tonalidad de blanco que no sea pura, es decir que esté ligeramente desviada hacia gris o arena. Se acostumbra utilizar blanco roto en la pintura de interiores para dar un toque más cálido y delicado, entre otras ventajas.
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Es obvio que este color toma su nombre de la arena del mar, y aunque podríamos tener distintas percepciones del color, generalmente se trata de un tono algo más suave que el beige, y más oscuro que el hueso.
Es un color que también pertenece a la gama de grises, específicamente un gris muy suave, con un matiz levemente azulado. Entre sus propiedades se destacan la de ampliar visualmente los espacios y crear un clima fresco y agradable.
Contrariamente al anterior, el blanco hueso es un color cálido y muy delicado. Estas características se reproducen en una habitación cuando sus paredes son pintadas en esta tonalidad. Puede ser combinado con blanco, negro, maderas, tonos tierra y colores cálidos.
El color Perla es un clásico en diseño y decoración de interiores por sus múltiples características. Es un color medio entre el blanco y el gris, siendo ni uno ni el otro, tomando distintos matices durante el día y de acuerdo a la iluminación. Además de ser una buena base para cualquier decoración.
Estamos en presencia de un color muy popular en culturas angloparlantes, el Alice Blue o Azul Alicia, como podría traducirse al español. Se trata de un azul pastel muy suave, casi blanco perfecto para dotar a un espacio de delicadeza, elegancia e iluminación.
Por último, y no por eso menos importante, tenemos un ejemplo del color Crema. Es un color tradicional que puede resultar soso si no es bien combinado. Pero junto a los tonos adecuados sirve de base para crear un bello y agradable lugar en casa.
Esta es un sencilla carta que representa los colores blancos más populares y comúnmente usados en pintura y decoración de interiores. La tonalidad puede cambiar de acuerdo a la pantalla, por lo que no deben ser tomados como referencia.
En conclusión, la gama de blancos puede ser una excelente opción para la decoración de interiores. Puedes elegir cualquiera de ellos para crear una atmósfera luminosa, fresca y moderna, o para agregar calidez y simpleza a cualquier habitación.